Una primera fase de 700.000m2

Asi lo ha manifiestado la responsable de Zona Franca de Vigo, Teresa Pedrosa, quien avanzó que los primeros 100.000m2, para los cuales ya existe demanada, saldrán a la venta a 50€/m2 y, al igual que otros suelos de la Xunta, se ofrecerá en régimen de derecho de superficie.

Según las previsiones a finales de verano está prevista la licitación de las obras de urbanización de los primeros 700.000m2 de suelo, un proyecto de 20 millones de euros.

La Plataforma logística -Plisan- promovida por la Xunta de Galicia, Zona Franca de Vigo y la Autoridad Portuaria de Vigo lleva más de una década paralizada. El denominado puerto seco de Vigo, anunciado en el año 2000, y cuyo proyecto sectorial se aprobó en 2002, ocupa una extensión de 3,1 millones de metros cuadrados, después de que el Tribunal Supremo obligara en 2011 a reducir su ámbito desde los 4,19 millones de m2 previstos inicialmente por afectar a áreas de suelo urbano de especial protección forestal. En ese millón de m2 ya se había iniciado las obras de urbanización y hubo que paralizarlas. El proyecto sectorial se modificó en 2011. 

Después de 15 años en los que a los problemas con el Plan Sectorial, con las expropiaciones, con los proyectos técnicos (en 2016 ZFV adjudicó el proyecto de urbanización con una baja temeraria del 50% que levantó polémica y que un año después fue rescindido), los promotores vuelven a anunciar, el desbloqueo definitivos de una parte del desarrollo. El anuncio de las obras de urbanización para la primera fase de 700.000m2 y precios de venta de 50€ para los primeros 100.000m2 ya lo hizo Feijoo en 2015 en idénticos términos.

La Plisan se ha vendido siempre y sigue haciéndose como el gran polo industrial del sur de Galicia llamado a resolver los problemas de suelo que hay en la provincia de Pontevedra, especialmente para grandes superficies, uno de los factores que explica la instalación de empresas en suelo portugués próximo a la frontera con Galicia. Precios del suelo, salarios y fiscalidad son otros de los factores que inclinan la balanza hacia el país vecino, donde los precios oscilan entre los 20 y 40 euros por metro cuadrado.